Recientemente ha aparecido una información en “El Confidencial” donde se dice que habría pinchado el plan antibitcoin de Montoro (https://www.elconfidencial.com/tecnologia/2018-01-24/bitcoin-hacienda-impuestos-como-tributar_1510348/ )

Según El Confidencial, Hacienda ha dictado, en fecha 8 de enero de 2018, una resolución, consulte enlace aquí, por la que se pone se aprueban generales del Plan Anual de Control Tributario y Aduanero de 2018, en el que se prevén medidas de lucha contra el fraude derivados del uso de criptomonedas.

Ahora bien, este Diario muestra el pesimismo, dada la opacidad de las operaciones en internet, diciendo que  “Sin embargo, estos planes, recogidos este lunes por el Boletín Oficial del Estado, tienen todas las posibilidades de quedar en poco más que un brindis al sol. La propia naturaleza de estas divisas digitales dificulta, y mucho, cualquier tipo de control, y las posibilidades tecnológicas de las que dispone la la Agencia Tributaria hacen que sea “prácticamente imposible” fiscalizar las operaciones que se ejecuten con ellas, según coinciden los expertos consultados

Sinceramente, no compartimos la opinión del El Confidencial. Reconocemos que no somos especialistas en criptomonedas aunque la realidad es que muy pocas personas saben demasiado bien que son (De hecho multimillonarios como Warren Buffet han confesado que no lo entienden). Pero aunque no sabemos gran cosa de las criptomonedas, estamos convencidos de que, al final, de cualquier modo, la Administracion acabará detectando las operaciones.

Nos dicen que la compra de estos productos son opacas e indetectables por Hacienda. Tal vez lo sea ahora pero le recordamos que no es descartable que más adelante algún gran intermediario, minero de turno, etc acabe dando la información a los estados. Puede ser que digan que los datos los obtuvieron de unos hackers justicieros (tipo wikileaks, Papeles de Panamá, etc) o que digan que un trabajador vengador robo la información (Lista Falciani). O tal vez, que alguien hizo un trato con el FBI, KGB o quien sea para evitar ir a la cárcel. Lo único que sabemos es que algo pasará y más de uno pillarán.

Según nuestra experiencia profesional, la detección de un simple rastro por la Agencia Tributaria, (por ejemplo, que aparezca una IP relacionada con usted o un telefóno de contacto, una cuenta de email) puede desembocar en un pleito de consecuencias impredecibles pero, a buen seguro, catastróficas.

Puede, en el mejor de los casos, todo finalice una fuerte inspección en la que hagan tributar al contribuyente por su afloramiento de renta no declarado con la imposición de fuertes sanciones. En este punto, recordamos que el artículo 39 de la LIRPF dice que “Tendrán la consideración de ganancias de patrimonio no justificadas los bienes o derechos cuya tenencia, declaración o adquisición no se corresponda con la renta o patrimonio declarados por el contribuyente”.

Pero, puede que, en el peor de los casos, esta situación puede desembocar en un supuesto de delito fiscal o incluso de blanqueo de capitales, pudiendo llegar a imponerse penas de privación de libertad.

Hay que recordar que hace pocos años nos decían que las cuentas opacas en Suiza eran seguras e inatacables o que las sociedades de paraísos fiscales garantizaban la ocultación de la identidad de los dueños. Sin embargo, más adelante, se ha visto que esta información privada se ha hecho pública de las formas más inverosímiles. Muy probablemente, con las criptomonedas, no sabemos cómo, también suceda.

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